miércoles, 11 de abril de 2007

DEL DICHO AL HECHO...

Nunca he sido muy amigo de escribir, soy una persona mas de acción que de pensamientos, de los que cree que lo que hacemos es lo que importa y no lo que decimos, que son nuestras acciones las que forjan nuestro futuro y no nuestros pensamientos, que nuestras intensiones, por muy buenas que sean, si no están acompañadas por hechos, no valen de nada…
Al intentar pensar en rescatar o proyectar la gastronomía Venezolana internacionalmente, inevitablemente pienso en todas las deficiencias y carencias que nos rodean, y no me refiero a política o infraestructura, me refiero a nuestras carencias como personas, como seres humanos, como Venezolanos. Si bien es cierto que somos un pueblo muy alegre y calido, también es cierto que dejamos pasar mucho por enfrente de nuestros ojos sin hacer nada al respecto, nada mas que un pensamiento. Sin ir muy lejos, a cuantos de nosotros nos ha pasado que llegamos de vacaciones a algún hermoso lugar de nuestra increíble geografía y nos encontramos con la belleza de nuestra tierra empañada por la basura que algún venezolano tiro por la ventana del carro al pasar, o dejo en el sitio al levantar su campamento pensando que alguien mas lo va a recoger, y simplemente nos asalta un sentimiento de indignación y pensamos “que cagada” y hay quedo, no hacemos nada…
¿Cuantos de nosotros hemos disfrutado de un pisillo de venado a la sombra de un caney en los hermosos llanos venezolanos, o de un lebranche asado a orillas de la majestuosa laguna de la Tacarigua, y cuantos de nosotros hemos disfrutado de una típica hamburguesa americana en cualquiera de los cientos de McDonld´s que hay en Venezuela, o de un filet mignon en algún restaurant de corte francés en nuestra hermosa ciudad? ¿Cuantos de nosotros no sucumbimos ante el practico y burbujeante sabor de una gaseosa antes de prepararnos un guarapo de papelón con limón o un carato de piña?
Y es que, ¿como pensar en exportar, en internacionalizar algo que es nuestro y desconocemos, que no dominamos, que no apreciamos?
Si bien es cierto que hoy en día hay importantes personalidades en el mundo de la gastronomía venezolana trabajando e innovando en pro de nuestras tradiciones, también es cierto que nosotros los venezolanos, tenemos que realzar nuestras costumbres y tradiciones, nuestro legado, nuestra herencia, nuestro sabor…
No se le dice a una persona que la amas si no la conoces, tampoco se le dice si no puedes demostrar con hechos lo que estas diciendo, de igual manera no podemos decir que amamos a este país, a esta tierra si no la conocemos, si no hacemos nada por ella.
¿Mi sueño? Despertar un día en una Venezuela llena de venezolanos que aman a su país y se lo demuestran en el día a día, en una Venezuela orgullosa de sus tradiciones, de su herencia, de su sabor…
¿Mi compromiso? Prepararme, conocer, investigar e innovar en los sabores, texturas y formas de mi tierra, para poder transmitir esa pasión y esos conocimientos a futuras generaciones y poder contribuir a mantener esta herencia y este amor por lo nuestro que tanto se ha perdido…

Del dicho al hecho, no te digo que te quiero si, de hecho, no lo hago…

Javier Rodríguez

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